“Those who don’t believe in magic will never find it.”
La magia hay que fabricarla. Hay que exprimir partículas de aire y extraerla gota a gota. La magia hay que creerla, hay que crearla. Es escurridiza, volátil, caprichosa. Se debe estar dispuesto a cruzar océanos para hallarla y caminar con los ojos tendidos como un par de lunas llenas. Es preciso estar atento, no pasarla por alto. Una vez se encuentra hay que hacer silencio y quedarse muy, muy quieto. Acostumbrarla a nuestra presencia, evitar que corra asustada.
No sé bien qué clase de encanto he venido a buscar tan lejos, pero espero que me encuentre. Que venga a tropezar conmigo justo aquí, a miles de kilómetros de casa. A exactamente 6.508 kilómetros de un montón de cosas que todavía no extraño.
El universo es mágico sólo para quien lo mira con los ojos llenos de magia. La belleza está en esto de celebrar las pequeñas coincidencias, reírme de la distancia y dejar que nuevas experiencias sigan enredándose en los rizos de mi pelo, en los dedos redibujando el contorno de mis labios, en todas las páginas sedientas de mi historia. La magia es esto de descubrir películas, personas y canciones que me ayuden a aferrarme a la humanidad, que me sigan dando razones para no dormir, para hacer arte y luchar contra la fugacidad del tiempo.
Hace unos día un profesor nos dijo que si una película puede ser contada, no es una gran película; pero sé que el mundo real no funciona así, porque si una vida no puede ser narrada, no es una gran vida.
Y la vida es linda donde sea, pero aquí en Sevilla me parece un poco más linda.
Que feliz se te lee. ¡Que gran experiencia que vas a narrarnos vos! 🙂
¡Eso espero! Haha. A veces creo que la palabra "feliz" se queda corta 🙂
Hugs!!
Es cierto que hay rincones en el mundo que invitan más a una sonrisa cuando amanece. Me entusiasmamo con la cultura de sus gentes, leo la literatura de sus elocuentes o simplemente admiro su hermosura a través del cristalino.
Vaya donde vaya estaré rodeado del vecino codicioso, del espléndido frutero, aquel tipo que me cuentan que es cruel o aquella amable abuela de la parada de bus… Puedo elegir entre tomar lo bello y arrojar lo feo, mirar para otro lado, ser compasivo o incluso participar de lo corrupto. Pero no haré nada de esto. Ante este hermoso caos jugaré como un niño. Trabajaré duro como un hombre.
Y sobre todas las cosas sentiré ese mundo mágico de las pequeñas coincidencias, de su pelo enredado en mi barba, del tacto de su delicada mano en mi rodilla…
Así, en Sevilla-Tokyo-Estambul-Wherever…
Enhorabuena por tu Blog, un bonito circo de variedades 😉
Milio! 🙂
Ya es "todavía".
Sigue apreciando el hermoso caos y trabajando duro como se trabaja por todas aquellas cosas que valen la pena en esta vida.
Ojalá que su pelo siga enredándose en tu barba y que el tacto de su mano continúe irradiando calor a tu corazón.
Bienvenido al circo. Hazlo tu hogar.
Cabe decir que se saborea como un cafecito recién hecho tempranito en la mañana cada uno de tus escritos…enhorabuena! 🙂
¡Gracias, Anónimo! 🙂
Siéntete como en casa. Este blog también es tuyo.